Espacios naturales y fauna silvestre

Conejo de monte: Especie clave en los ecosistemas mediterráneos

El conejo de monte es la especie clave de los ecosistemas mediterráneos y sobre ella pueden predar más de 30 especies de vertebrados ibéricos

Son muchas las especies que dependen del conejo de monte para sobrevivir, algunas de ellas tan amenazadas como el águila imperial, o el propio lince ibérico, cuya dieta se sustenta de forma prioritaria en el conejo silvestre y, por tanto la evolución de sus poblaciones depende directamente de los problemas por los que atraviesan las poblaciones cunícolas en los territorios linceros.

Sirva como ejemplo decir que según los últimos censos realizados en el Programa de Conservación in-situ de la especie, se puede observar que en los últimos años, a pesar de que la tendencia general del lince en libertad es esperanzadora, ha sufrido un descenso en cuanto a crías en libertad principalmente en la zona de Andújar, asociado a la aparición de una nueva cepa vírica de la enfermedad hemorrágica de conejo que ha causado verdaderos estragos en sus poblaciones allí donde ha aparecido.

Sin embargo, sería ciertamente atrevido tratar de describir la situación general del conejo de monte en la Península Ibérica con una única respuesta ya que la ecología de la especie y el irregular efecto de enfermedades, predadores o deterioro del hábitat, hace que nos podamos encontrar situaciones muy distintas en función de los diferentes territorios considerados, incluso en ocasiones muy próximos entre si. Hay lugares en los que existe un verdadero problema de superpoblación, mientras que a pocos kilómetros, incluso en terrenos vecinos y aún haciendo importantes esfuerzos por la recuperación de la especie, no se encuentre ni una sola escarbadura.

Por aportar algunas cifras orientativas, algunos autores mencionan que podríamos hablar de densidades medias en el centro peninsular de 5-6 conejos por hectárea. Sin embargo, es destacable que podemos encontrar también zonas con un hábitat y condiciones favorables que den lugar densidades de hasta 40 ejemplares por hectárea y otras, incluso algunas tradicionalmente conejeras que no cuentan con apenas 1-2.

Este dibujo local podríamos extrapolarlo también de forma general a todo el territorio nacional. De esta manera nos encontramos lugares como Galicia, con censos muy deteriorados y poblaciones que cada año presentan una tendencia negativa a diferencia de otros lugares no tan alejados como El Bierzo leonés, en el que es frecuente observar daños en los valiosos viñedos de uva mencía del entorno.  Sin embargo, la situación es desigual en ambas Mesetas o de nuevo las habituales superpoblaciones que aparecen en campiñas aragonesas o cordobesas, de nuevo, en este último caso, con viñedos de alto valor de por medio.

Si analizamos la situación de forma global tampoco encontraremos una sola causa que dé lugar a este irregular estado de las poblaciones cunícolas. Los estudios apuntan a que el deterioro del hábitat, una gestión cinegética nefasta o el efecto de las enfermedades víricas, con la presencia destacada de la nueva variante de la enfermedad hemorrágico vírica en el último lustro, han contribuido tanto a la disminución del conejo de monte y como de otras especies que dependen de él.

A pesar de esta situación irregular, podríamos decir que las poblaciones cunícolas ibéricas se encuentran en general muy alejadas de su potencialidad pudiendo ser las alteraciones en hábitat uno de los aspectos más relevantes a la hora de haber llegado a esta situación.

En este sentido, un estudio llevado a cabo por Narce y colaboradores en 2012, trató de modelizar el hábitat del conejo de monte en la región mediterránea, usando la ecología del paisaje para crear un método de diagnóstico capaz de evaluar la calidad del hábitat a gran escala. Se analizaron un total de 536 parcelas de 1 ha, donde se estudió la presencia o ausencia de conejo, así como su densidad mediante conteos nocturnos. Para realizar el estudio se consideró la presencia de agua, de suelo desnudo, de árboles, arbustos y la estructura del paisaje.

Los autores concluyeron que un hábitat de calidad para el conejo de monte es aquel que cuenta con una mayor diversidad, con un número medio de parcelas y una pequeña proporción de arbustos y por tanto es aquel que presenta unas densidades más elevadas, de manera que una adecuada gestión del hábitat es una herramienta clave en la recuperación del conejo de monte allí donde cuenta con bajas densidades, pero también en la gestión de sus poblaciones en los lugares donde produce daños.

En la Escuela Internacional de Conocimiento Agroambiental, pensamos que el conejo de monte es una especie fundamental en los ecosistemas mediterráneos y su gestión es imprescindible para el mantenimiento de un equilibrio que garantice la viabilidad de especies tan amenazadas como el propio lince ibérico.

En ese sentido hemos elaborado, con la participación de especialistas en gestión y conservación, sendos cursos sobre la especie, un Curso on-line sobre biología, ecología y gestión de conejo de monte disponible en nuestro Campus on-line, con el objetivo de ayudar a técnicos que lleven a cabo su actividad en programas de conservación o sean encargados o aspiren a gestionar espacios naturales mediterráneos.

¡Te esperamos, consúltanos!

Bibliografía: Narce, M., Meloni, R., Beroud, T., Pléney, A. & Ricci, J. C., 2012. Landscape ecology and wild rabbit (Oryctolagus cuniculus) habitat modeling in the Mediterranean region. Animal Biodiversity and Conservation, 35.2: 277–283.

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